Hola
a todas Feliz Domingo
Cuando
no conoces la verdad de alguien puedes pasar por injusto y juzgar mal solo por
las forma de comportarse, fue una de las conclusiones a las que pudimos llegar
al leer el tercer libro de la Hermandad De La Daga Negra Amante Despierto, en los dos primeros vemos a un Vampiro luchador
muy antipático y con un marcado don antisocial.
Zsadist
se caracteriza por ser un vampiro con una personalidad abiertamente
problemática, huraño y aparénteme antipático para el resto del mundo, pero
cuando empiezas a leer el libro y él te deja entrar en su mente, en sus
recuerdos, logras entender el porqué de su actitud poco amigable, pero este hombre
aparénteme quebrado y frío encuentra el amor en una maravillosa mujer luchadora
que por cosas de la guerra entre vampiros y restrictores también sufre un gran
daño y le enseña que aunque la vida te marque tu defines quien quieres ser sin
dejar de amar.
Zsadist
es la prueba de que a muchas mujeres nos gustan los hombres problemáticos con
un toque de debilidad, porque son los que más pueden llegar a necesitar de
nuestro amor, nuestra pasión y nuestros labios.
“Se aclaró la
garganta.
—Eres como
siempre lo has sido para mí.
Se dio la vuelta,
sólo para oír un sollozo. Entonces otro. Y otro.
Miró sobre el
hombro.
—Bella… Infierno
santo…
—Lo siento —le
dijo dentro de las palmas—. Soy lamentable. Sólo vete. Estoy bien… lo siento,
estoy bien.
Mientras se
acercaba y se sentaba sobre el colchón, deseaba tener el don de las palabras.
—No tienes por
qué sentirlo.
—He invadido tu
cuarto, tu cama. Obligándote a dormir cerca de mí. He hecho que me des de tu
vena. Soy tan… lo siento. —Suspiró y se recogió a sí misma, pero incluso así su
desesperación permanecería mucho tiempo, trayendo el olor terroso de las gotas
de agua sobre la acera caliente—. Sé que debería marcharme, sé que no me
quieres aquí, pero sólo necesito… no me puedo ir a mi granja. El lesser me
llevó de allí, por lo que no puedo soportar la idea de regresar. Y no quiero
estar con mi familia. Ellos no entenderán lo que me pasa ahora y no tengo
energía para explicárselo. Sólo necesito algo de tiempo, necesito de alguna
manera conseguir que mi cabeza salga de ello, pero no puedo sola. Incluso
aunque no quiera ver a nadie excepto…
Cuando acabó, él
dijo.
—Te quedarás aquí
mientras quieras.”
Zsadist
unido a su hermano gemelo Phury viven la intensidad de sentirse atraídos por la misma mujer,
Bella, y a la vez cada uno rechazando la necesidad de tomarla como suya por
anteponer siempre la felicidad del otro, una exposición de amor fraterno que
cada uno siente por el otro pero como machos que creen que el demostrar
emociones es algo malo, lo único que hacen es hacerse daño, hasta que Phury se
hace a un lado para que Zsadist sea feliz aunque esto lo lleve al mismísimo Fade.
Mientras
tanto el amor de Bella crece, solo siente devoción por Zsadist
“Y también… en su cuerpo. Se movía como un animal
en el mejor sentido de la palabra, todo poder latente y elegantes pasos. El
sexo que se había despertado en ella la primera vez que lo vio, la golpeó de
nuevo. Lo deseaba.
Cuando la puerta del baño se cerró y oyó la ducha,
se restregó los ojos decidiendo que estaba loca. El macho se apartó de la
amenaza de su mano en su brazo. ¿Pensaba que realmente quería acostarse con ella?”
Como
no amar a este hombre maltratado no solo físicamente sino en su autoestima que
a pesar de todo ama a su leelan con alma y corazón convirtiéndola en su devota
razón de existir, ella el bálsamo que su corazón y su piel pedía.
—Quiero besarte aquí —dijo—. ¿Puedo?
Asintió con la cabeza y se lamió los labios.
Zsadist gimió, el sonido grave retumbó en su pecho; luego inspiró con un
siseó. Su cabeza cayó en la almohada, pero mantuvo un ángulo que le permitiera
observarla.
Cuando le dio golpecitos al aro de plata y lo tironeó un poco, se arqueó
fuera de la cama, una pierna colgando, el talón hundido en el colchón. Le hizo
cosquillas en el pezón una y otra vez hasta que hizo una bola entre sus puños
con el edredón.
—Oh… joder, Bella… —Respiraba con un ritmo duro, crudo,
irradiando calor— ¿Qué me estás haciendo?
—¿Quieres que pare?
—Eso o lo haces más duro.
—¿Qué tal un poquito más?
—Sip… un poco más.
Lo trabajó con la boca, jugando con el anillo, conduciéndole hasta que
sus caderas empezaron a balancearse.
Cuando miró hacia su cuerpo, perdió el ritmo. Su erección era tan maciza
que empujaba contra el delgado nylon de sus pantalones de ejercicio, y ella lo
veía todo: la redondeada cabeza con su elegante cresta, el grueso eje, los
pesos gemelos debajo.
Dios mío. El era… enorme."
Hoy
sabemos que es día de letras eróticas pero consideramos que no hay nada más
erótico como el poder de una mujer rompiendo barreras y adueñándose del corazón
de un hombre, para que nos demos cuenta el nivel al que Bella llega con Zsadist
aquí un trozo de lo más fuerte del libro.
"Sus labios se separaron, y su lengua siguió su
camino mientras se inclinaba. Su boca era cálida sobre su piel, y tan
vacilante, besando, para después aspirar el pezón dentro de ella. Él tiró, después recorrió un lánguido
círculo alrededor, después lo llevó dentro de nuevo… y todo el tiempo sus manos
le acariciaban la cintura, las caderas y las piernas. Qué irónico que estuviera preocupado por no
ser gentil. Lejos de ser brutal, era positivamente reverente mientras se
amamantaba, sus pestañas sobre las mejillas mientras la saboreaba, su cara adorable y absorta.
—Cristo —murmuró él moviéndose hacia el otro
pecho—. No tenía ni idea de que pudiera ser así.
—¿Cómo… así? —Oh, Dios… Su boca…
—Podría lamerte para siempre.
Ella le agarró la cabeza con las manos, acercándolo
más. Y le llevó algún contorneo, pero consiguió sacar una de sus piernas de
debajo de él de forma que estaba casi enterrado en la cuna de su cuerpo. Se
moría por sentir su excitación, excepto que él sólo se cernía sobre ella. Cuando él se apartó protestó, pero sus manos
fueron al interior de sus muslos y se movió para bajar sobre su cuerpo. Cuando
él se separó las piernas, el colchón empezó a temblar bajo ella. Todo el cuerpo de Zsadist temblaba mientras
la miraba.
—Eres tan delicada… y brillas.
El primer movimiento de su dedo bajando hacia su
centro casi la lanzó al final. Cuando ella dejó escapar un ronco sonido, sus
ojos llamearon fijos en los de ella y maldijo.
—Maldita sea, No sé lo que estoy haciendo. Estoy
intentando ser cuidadoso.
Ella lo tomó de la mano antes de que pudiera
apartarla.
—Más…"
Queridas y
queridos lectores la verdad es que este libro tiene un nivel de sensualidad
cautivador más allá del sexo por el sexo sino solamente del amor conociendo el
verdadero amor, Zsadist es la prueba viviente de que la bestia nunca están
bestia como los ojos pueden hacernos creer, y que la Bella nunca es tan frágil
como se ve.
Y colorín
colorado esta reseña se ha terminado, solo esperamos que algún día no muy
lejano Santillana Editores se dé cuenta de que esta saga la amamos no por solo
sexo sino la capacidad de representar el amor en diferentes personas.
Yo amo a Zsadist es el hermano que más me gusta
ResponderBorrarExcelente reseña!!!
ResponderBorrarAme al maldito Zsadist!
Como pudo sacar fuerza, entereza y poder forjar un escudo de fidelidad hacia sus hermanos. Creo que de todos los hermanos es el que defiende a ultranza su locura sin miramientos! Pero lo que me voló la peluca fue ella, Bella, enseguida hizo conexión con el, y pelo hasta traerlo al lado oscuro de la luna jjeejeje
Gracias Andy!
bellos recuerdos ains!!!!
besos Sole.-